El opinólogo perseguido y endieciochado
"Vos soi mi amigo" me decía el opi mientras se agarraba con sus dos brazos de mi cuello, justo cuando yo iba a probar puntería en la ranita en el Parque dieciochero. Me lo trataba de sacar y la larga fila de niñitos impacientes por que apurara el tranco nos acusó a sus padres. Ya venía una horda de robustos treinteañeros hacia nosotros cuando logré sacarme el bulto, que cayó sentado al suelo y se puso a llorar. "Nadie me entiende en esta hueá" gritaba y, como acto catártico,se tiró con sus décimas que narraban su dolorida historia. Cuando terminó, los niños lloraban y los padres que en un principio venían iracundos hacia nosotros ahora venían con el doble de velocidad. Este fue su apasionado relato.
Me armé para el dieciocho
como siempre hasta los dientes
y diciendo muy ardiente
la que pase me la abrocho
Lustroso mi tocomocho
como joya tan preciada
una fiera endemoniada
que va marcando el camino
poderoso, coche fino
no hay otro como mi Lada.
Me metí dentro ‘e una fonda
buscando una damisela
que me hiciera crujir muelas
y en la lucha no se esconda.
Mi sorpresa fue tan honda
cuando vi una señorita
tan sencilla y tan bonita
buscando uno que le ladre
y me dije ¡puta madre
parece que es la Kenita!.
Me he quedado de una pieza
la más bella del enjambre
y parece que con hambre
me la llevo pa’ la mesa.
“Puede comerse esta presa”
le dije muy cariñoso
apuntando hacia mi trozo
que tenía sobre el plato
ella lo pensó un buen rato
y se lo zampó con gozo.
El romance va pa’en serio
me decía emocionado
la tengo justito al lado
disfrutando el refrigerio.
Poco tiene de misterio
que septiembre es un mes ducho
pa’ romances que con mucho
valor se forjan su pan
me las di de gran galán:
me rajé con anticuchos.
Mi bombón con sus risitas
percibía como yo
que pa’ un momento o dos
soltaría las uñitas
Esa era dicha infinita
lo pensaba muy resuelto
con finura, desenvuelto
iba a hablar de matrimonio
y esta rucia del demonio
se ha quedado con el vuelto.
“Si esto es tuyo, es de los dos“
me decía muy segura
y guardando con bravura
mis gambitas, muy veloz.
Suficiente pa’l adiós
hay que tener entereza
que me importa la belleza
de una loca así de chueca,
ya no hay fonda, ya no hay cueca
y otra vez me quedó tiesa.
Me armé para el dieciocho
como siempre hasta los dientes
y diciendo muy ardiente
la que pase me la abrocho
Lustroso mi tocomocho
como joya tan preciada
una fiera endemoniada
que va marcando el camino
poderoso, coche fino
no hay otro como mi Lada.
Me metí dentro ‘e una fonda
buscando una damisela
que me hiciera crujir muelas
y en la lucha no se esconda.
Mi sorpresa fue tan honda
cuando vi una señorita
tan sencilla y tan bonita
buscando uno que le ladre
y me dije ¡puta madre
parece que es la Kenita!.
Me he quedado de una pieza
la más bella del enjambre
y parece que con hambre
me la llevo pa’ la mesa.
“Puede comerse esta presa”
le dije muy cariñoso
apuntando hacia mi trozo
que tenía sobre el plato
ella lo pensó un buen rato
y se lo zampó con gozo.
El romance va pa’en serio
me decía emocionado
la tengo justito al lado
disfrutando el refrigerio.
Poco tiene de misterio
que septiembre es un mes ducho
pa’ romances que con mucho
valor se forjan su pan
me las di de gran galán:
me rajé con anticuchos.
Mi bombón con sus risitas
percibía como yo
que pa’ un momento o dos
soltaría las uñitas
Esa era dicha infinita
lo pensaba muy resuelto
con finura, desenvuelto
iba a hablar de matrimonio
y esta rucia del demonio
se ha quedado con el vuelto.
“Si esto es tuyo, es de los dos“
me decía muy segura
y guardando con bravura
mis gambitas, muy veloz.
Suficiente pa’l adiós
hay que tener entereza
que me importa la belleza
de una loca así de chueca,
ya no hay fonda, ya no hay cueca
y otra vez me quedó tiesa.