Presidente almorzó con chileno que se robó caja con ropa en Mendoza

Siguiendo con su ciclo de reuniones organizadas por el Organismo de solidaridad con los compatriotas en situaciones judiciales apremiantes (Orsocosijuapre), que pretende brindar apoyo moral a los chilenos que son acusados de delincuentes, el Presidente de la República se reunió con Eulalio Lanza, presunto autor del robo de unas cajas de ropa desde Mendoza.

La reunión tuvo lugar en el Centro de Eventos y Schopería Calixto, atendida por su propio dueño Calixto Becerra. En medio de un ambiente de relajo, el presidente y su equipo asesor compartieron gratos momentos con Lanza y sus parientes, todos impecablemente vestidos con elegantes casacas negras.

Incluso, los protagonistas tuvieron tiempo para acercarse al Wurlitzer del local, en el que el mandatario programó “El modesto” en la celebrada versión que grabara Leo Caprile en los ’80, mientras que Lanza pidió oír “Arranca arranca” de Violeta Parra.

Cuando la jornada era más bien una reunión familiar y la sobremesa se notaba bien regada, el presidente, con un hablar un tanto dificultoso, manifestó su apoyo a Lanza y señaló que esta actividad “no debe tomarse como una medida de presión. Hay que dejar a los tribunales argentinos trabajar tranquilos, pero si siguen hinchando se van a cocerse”.

El acusado por su parte, negó vínculos con el estallido del auto del juez que llevaba recientemente su causa. “Siempre me pareció un tipo explosivo” fue su comentario, celebrado por un alto dirigente radical con un “sacó trago”.

Uno de los representantes de la alianza oficialista, también fuertemente imbuido del espíritu jovial de la reunión, se refirió a los numerosos casos de abusos de menores descubiertos que involucran a dirigentes políticos y religiosos. “Yo creo que estas cosas deberían poderse desde que les sobra carne en la bacinica”, comentó ante la aprobación general. “Muy de acuerdo, -comentó otro más animado-, si hay pasto se juega”.

El único punto negro de la jornada fue el robo que sufrió uno de los encargados de evaluación de proyectos de Chiledeportes, a quien le quitaron su billetera. El culpable, luego de ser encontrado, recibió cien años de perdón.