El Opinólogo perseguido y pelotero, vengan esos cinco
Nuestro colaborador permanente vio con nosotros el partido. Aparte de comerse lo que pasó por el lado (sin poner niuno, por cierto), de repente se concentraba y ponía una cara de espanto mientras se apretaba el cuerpo. Yo pensaba que se le iba a salir algo, y justamente eran las décimas que corrían con la premura de la palabra en el momento justo. Esto fue lo que dijo a lo largo de la tarde:
Cuadro 1: Se vive “la previa” del duelo. Definitivo, Salas no juega. Con cara de pocos amigos, al Opinólogo literalmente se le sale el indio y sentencia:
Maldito Marcelo Salas
que no va a poder jugar
¡ cómo se va a lesionar
cada vez que se resbala!.
Esto ya no es suerte mala,
el tipo es de plasticina
lo digo con toda inquina
con rabia, hasta con pavor:
el otrora Matador
sólo mata la gallina.
Cuadro 2: salen los equipos a la cancha. Mientras todos rezamos porque la boleta no sea muy grande, el opinólogo (con la boca llena de suflitos y ramitas) grita en tono dieciochero
Y en Brasilia es la cosa
que tan peluda se ve
aunque nadie tenga fe
la confianza me rebosa.
Lo veo color de rosa,
podemos pegar el brinco,
quien sabe si con ahinco
de pronto la cosa funca
y jugando como nunca
nos hacen menos de cinco.
Cuadro 3: a Nelson Tapia le duele la espalda de tanto agacharse para sacar la pelota del arco. Entretiempo, nos llevan 4-0. El opinólogo, medio puesto a punta de Manquehitos y ante la indiferencia general dice con un poco de angustia:
Me anduve quedando corto
con esos malos presagios,
evidente es el naufragio:
¡nos están volando el orto!.
Los vemos pasar absortos,
como quien está en el cine;
ellos se ven tan afines
y nosotros a destiempo,
no importa que quede un tiempo
¡de una vez que se termine!
Cuadro 4: La paliza está consumada. Por suerte los rivales se acuerdan que tienen que jugar en sus equipos de Europa y bajan la máquina. Sólo son cinco. Los presentes que antes estábamos frente al televisor hacíamos otros quehaceres mientras el opinólogo, ya completamente arriba de la pelota, pegado a la tele y mirando a Bonvallet por TVO grita envalentonado:
Pero si hay tantos deportes
para hacernos los poetas
donde nunca más nos metan
una diuca de este porte.
Ya no sé si alguien soporte
más desastres tan patriotas
es mejor sudar la gota
por juegos que sean fecundos:
nadie nos gana en el mundo
tirándonos las pelotas.
Cuadro 1: Se vive “la previa” del duelo. Definitivo, Salas no juega. Con cara de pocos amigos, al Opinólogo literalmente se le sale el indio y sentencia:
Maldito Marcelo Salas
que no va a poder jugar
¡ cómo se va a lesionar
cada vez que se resbala!.
Esto ya no es suerte mala,
el tipo es de plasticina
lo digo con toda inquina
con rabia, hasta con pavor:
el otrora Matador
sólo mata la gallina.
Cuadro 2: salen los equipos a la cancha. Mientras todos rezamos porque la boleta no sea muy grande, el opinólogo (con la boca llena de suflitos y ramitas) grita en tono dieciochero
Y en Brasilia es la cosa
que tan peluda se ve
aunque nadie tenga fe
la confianza me rebosa.
Lo veo color de rosa,
podemos pegar el brinco,
quien sabe si con ahinco
de pronto la cosa funca
y jugando como nunca
nos hacen menos de cinco.
Cuadro 3: a Nelson Tapia le duele la espalda de tanto agacharse para sacar la pelota del arco. Entretiempo, nos llevan 4-0. El opinólogo, medio puesto a punta de Manquehitos y ante la indiferencia general dice con un poco de angustia:
Me anduve quedando corto
con esos malos presagios,
evidente es el naufragio:
¡nos están volando el orto!.
Los vemos pasar absortos,
como quien está en el cine;
ellos se ven tan afines
y nosotros a destiempo,
no importa que quede un tiempo
¡de una vez que se termine!
Cuadro 4: La paliza está consumada. Por suerte los rivales se acuerdan que tienen que jugar en sus equipos de Europa y bajan la máquina. Sólo son cinco. Los presentes que antes estábamos frente al televisor hacíamos otros quehaceres mientras el opinólogo, ya completamente arriba de la pelota, pegado a la tele y mirando a Bonvallet por TVO grita envalentonado:
Pero si hay tantos deportes
para hacernos los poetas
donde nunca más nos metan
una diuca de este porte.
Ya no sé si alguien soporte
más desastres tan patriotas
es mejor sudar la gota
por juegos que sean fecundos:
nadie nos gana en el mundo
tirándonos las pelotas.
posted by el moderador eterno at 9/05/2005 11:21:00 a. m.
17 Comments:
manolo, esto sí que estuvo güeno... ter estai perdiendo... yo te puedo representar, lo único que tenís que hacer, pera, pera... lo que tení, o sea, lo que tení, pepepepepe, manolo, loi que tení que hacer, es abandonar a robinson y daniel.
Señor opinólogo injustamente perseguido y vapuleado: creo que debe seguir en esta senda, pero le recomiendo que deje los suflitos y demases, tienen tartrazina y amarillo crepúsculo... mejor digales a sus tacaños amigos que mínimo le tengan su lomito completo y de postre una parrillada...
espero que siga así, sus versos traen ensoñaciones rurales...
Sencillamente brillante
el post por ud. publicado
Mejor quedarse callado
ante el talento apabullante.
Como pensaba en denantes,
no hay que tener vozarrón,
hay que llevar la canción
derechito por su senda.
Así que mejor aprenda
a tañir el guitarrón.
El Opinólogo mandó decir que son todos muy amables. Lagrimeante aún, con respecto a la décima del bueno de Marx, sólo atinó a escribir esto:
"Agradezco los cumplidos
muy amable de su parte
aunque sea poco mi arte
y muy grandes los berridos
sus versos son coloridos
eso hay que reconocer
aunque deba precaver
que los versos sean justos
y que el guitarrón con gusto
es preferible tañer".
Errar humano es
se dice con majadería,
algo que yo no sabía
ahora muy bien lo sé.
Eso no valida que usté
le haga el quite al bulto,
cuando le planteo el asunto
se lo digo muy en serio:
toque las cuerdas de fierro,
hágase cantor. Y punto.
Mi compadre opi manda decir lo siguiente:
"Mi palabra agradecida
saluda su invitación
aunque con preocupación
por sus versos y medidas
la frase si es extendida
pues deja de ser graciosa;
mas, me remito a la cosa
de su pregunta mayor:
nadie puede ser cantor
con una voz desastrosa".
Lo último suena a excusa
pues todos tenemos voz,
¿acaso todo cantor
se luce cantando en la cuna?
Le respondo pero de una
a esa primera queja,
a esa protesta vieja
de sílabas en exceso,
recuerde que para eso
existe la sinalefa.
Mi compipa me mandó esto:
"El impulso que me mueve
es versear del mejor modo
y con sinalefa y todo
sus sílabas suman nueve.
Y si quiere que me eleve
con el canto hasta la cima
que me encumbre en la tarima intentando de hacer arte
lo haría si por su parte
empieza a afinar la rima"
No es muy buena estrategia
centrarse en motes rivales,
¿qué pasa si a las finales
la rima le queda regia?
En esta forma tan egregia
que a veces tanto me cuesta,
una sílaba mal puesta
no ha de opacar la cuestión:
sobre el tema en discusión
aún no recibo respuesta.
Le voy a decir al gil del opinólogo que se haga cuenta propia porque no pienso seguir escribiendo a su nombre.
Al bueno de Marx le dice que:
"No quisiera ser amargo
con sus versos apremiantes,
aunque son interesantes
se siguen quedando largo.
Me paso ahora a su encargo:
mi canto sin gran valor
es solo pa mi interior
pues así no estoy vacío,
como el gran Manuel Darío
yo soy un auto-cantor"
Este tema del acento
nos suele llevar a engaño,
a la métrica hace daño
si los cuento o no los cuento.
Pero vamos al argumento
del que usted se pronunció,
la manera en que cerró
una carrera bonita
fue de puro gallinita,
cocorococococó.
El opinólogo dijo que no seguiría payando sobre la cosa de la métrica, pero que debería haber un tribunal que contara las sílabas de "ante el talento apabullante" "Errar humano es" "hágase cantor. Y punto" "Pero vamos al argumento" y otros.
Sobre el desafío manda lo siguiente
"Uno sabe cuando el canto
puede ser algo agradable
cariñoso y hasta amable
pero no da para tanto.
No es temor, siquiera espanto
solo un poco de cordura;
el cantar con su bravura
no es mero divertimento
se requiere voz, talento
y un pensar con espesura"
El opinólogo dice que contó de nuevo las sílabas del "Hágase cantor y punto" y que están bien, así que el tribunal puede ahorrarse la pega con esa, pero que vea el resto.
No me gusta contar letras,
no tiene tanto sentido,
si el verso suena fluido
una sílaba no es siniestra.
Usted tiene mente diestra,
eso no es de desdeñar,
una mollera sin par
suple una voz deficiente,
como dicen los Decadentes
cualquiera puede cantar.
"Como asunto rutinario
no hay problema de lugar,
cualquiera puede cantar
pero no en un escenario
si no sale extraordinario
es mejor que me demore
prefiero que el canto aflore
en las voces de otra gente
que no quiero ser pariente
de Paolo Salvatore".
No se tire tanto al suelo,
eso no se lo consiento.
Si se tiene sentimiento
y una mente de alto vuelo,
que le quede de consuelo
un sanguchito de atún.
Un recuerdo al tuntún
se me viene a la cabeza,
lo oigo entonar en su pieza
temas del Quilapayún.
"Estimado: dígale a su amigo que es la última que mando. Viene el 11 y el 18 y tocan nuevos desafíos
Con afecto y sed, el Opi"
“Se ordena la despedida
el tema ya está cerrado
y lo noto preocupado
de encontrarme una salida
Sus palabras encendidas
ponen el alma en las brasas,
es bueno ver si se amasa
la vida con metas altas
por eso la duda asalta
¿y cómo andamos por casa?”
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